Gracias a las comprometidas enseñanzas que deposita en quien suscribe el perenne, pero no por ello menos valedero, paso del tiempo sabio, que acerca erudiciones genuinas de un camino recorrido junto a los grandes hombres de las más recónditas ciencias, y también las experiencias recogidas de aquellos frívolos y vulgares señores de provincias de quienes incluso, siempre en circunstancias propicias, se puede aprender más que de tanto ignoto literato pedestre ante carruajes nobiliarios, he de dirigirme a todo mi vasto querido alumnado fiel, prístino oyente en fulgor de juventud, virginal de ilustradas contaminaciones, para decirles que cuando el humano espíritu sucumbe ante las impías y voraces fauces de la nocturnidad y el reloj señala el momento en que la pluma impaciente reclama verdades, es aconsejable, queridos míos, sin más miramientos, abordar la escritura de un texto de la manera más sencilla posible.
no entendi nada pero me sumo!!!!
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